Equilibrio, Simetría y Armonía
¿Qué es el equilibrio?
El equilibrio se define literalmente como el “estado de un cuerpo cuando las fuerzas que actúan sobre él se compensan y anulan mutuamente, quedando estable”.
En imagen ocurre exactamente lo mismo. Podemos traducirlo de la siguiente manera: “cuando un elemento dentro de un formato queda estable y armónico gracias a la compensación de fuerzas perceptuales a las que se somete”.
Estas fuerzas perceptuales existen de una manera psicológica en la interpretación del espectador. Con ellas se interpretan atracciones y repulsiones como propiedades genuinas del formato y de los elementos que éste contiene.
¿Cómo funciona?
Lo primero que tenemos que comprender es que el equilibrio en la imagen funciona de igual manera que lo haría en el mundo físico.
Cuando un objeto es empujado o atraído desde dos direcciones contrarias y con la misma intensidad, decimos que el objeto en cuestión está equilibrado. En cambio, cuando las fuerzas que actúan sobre este objeto tienen intensidades diferentes decimos que está desequilibrado.
Para conseguir el equilibrio global de una imagen tenemos que combinar las intensidades de las fuerzas perceptuales que actúan para que el conjunto se mantenga estable y armónico.
Pero, ¿de dónde provienen estas fuerzas en la imagen?
Principalmente provienen de dos factores diferentes: el formato y los elementos.
Las fuerzas del formato
El formato por sí mismo ejerce fuerzas sobre los elementos que contiene.
Rudolf Arnheim, en su libro Arte y percepción visual, otorga estas fuerzas a la estructura oculta del cuadrado, la cual está formada por puntos y líneas específicos del formato que emiten fuerzas.
Los elementos colocados dentro del formato dependerán de su posición respecto a estas fuerzas para estar sólidamente asentados o, por el contrario, manifestar tensión y desequilibrio.
La fuerza de los elementos
Los elementos se influyen mutuamente mediante las fuerzas de atracción o repulsión que emiten, construyendo de esta manera el equilibrio de la composición general.
Por lo tanto, puede compensarse el desequilibrio de un elemento mediante el uso de un elemento que lo equilibre o viceversa.
Estas fuerzas provienen de las propiedades genuinas de los elementos. A continuación vamos a explicar dos de ellas, el peso y la dirección, que influyen especialmente en el equilibrio.El peso
Cada elemento tiene un peso concreto, y cuanto mayor sea éste más fuerza ejercerá sobre los demás elementos.
El peso está definido por las siguientes razones:
Ubicación: Un elemento que no está apoyado en los puntos de fuerza del formato pesa más.
Profundidad espacial: Un elemento colocado en la lejanía es percibido por el espectador como un elemento lejano. El cerebro lo interpreta de mayor tamaño y, por lo tanto, más pesado.
Tamaño: Cuanto mayor es el tamaño de un elemento, más peso tiene.
Color: Los colores cálidos, oscuros y saturados pesan más que los fríos, claros y poco saturados.
Contraste: Cuanto mayor es el contraste del color del elemento respecto al color de fondo más pesado es. Este contraste puede estar causado por saturación, tono o luminosidad.
Claro sobre oscuro: Los elementos de colores claros sobre fondos oscuros pesan más que los elementos de colores oscuros sobre fondos claros.
Aislamiento: Cuanto más aislado está un elemento más peso tiene.
Forma: Cuanto más regular y geométrica sea la forma del elemento más peso tiene.
Verticalidad: Un elemento en posición vertical pesa más que uno en posición horizontal. Esto se debe al ritmo de lectura propio de cada cultura, una forma vertical produce más impacto en el ritmo de lectura occidental.
Interés intrínseco: En este caso el peso depende del espectador. Ejemplo: te puede llamar personalmente más la atención un objeto con una forma compleja que uno con forma simple, por lo tanto pesará más.
Sensación del espectador: Dependiendo de la sensación que el elemento transmita al espectador, causa un peso perceptivo u otro. Ejemplo: A un leñador traumado por haberse cercenado un dedo con un hacha, le pesa perceptualmente más ese objeto que cualquier otro.
Conocimiento del espectador: El conocimiento personal del espectador tambien influencia de gran manera, otorgándole un valor a cada elemento dependiendo de sus connotaciones. Ejemplo: Un cuadrado hecho de paja tiene un peso perceptual menor que uno hecho de hierro del mismo tamaño. El espectador asocia el tipo de material del elemento con el peso o fuerza que ejerce mediante los conocimientos personales.
Suponiendo que los dos elementos colocados en las dos mitades son iguales en tamaño, color y forma, podríamos equilibrar el conjunto reduciendo el tamaño del elemento superior, logrando así equilibrar los pesos:Todo formato puede ser dividido en dos mitades básicas: superior e inferior.
En cada una de estas mitades los pesos perceptuales se alteran. Cuanto más arriba se coloca un elemento más peso tiene. Por el contrario, cuanto más abajo esté menos pesado será. Aquí vuelve a entrar en juego la conciencia del espectador. El conocimiento y la asociación de la física y las fuerzas gravitatorias otorgan a los elementos posicionados en la parte superior más peso perceptual.
Parte izquierda y derecha del formato
El formato tambien puede dividirse entre izquierda y derecha y, al igual que en el anterior caso, sus pesos perceptuales se alteran.
Nuestra lectura occidental sigue una dirección que va de izquierda a derecha, esto afecta a los pesos de la imagen y determinan las siguientes reglas:
La izquierda expresa cercanía y por lo tanto tiene más importancia que la derecha, haciendo menos pesados los elementos que se sitúan en esta mitad.
La derecha es más pesada.
La lectura de la imagen es más cómoda y representa menos esfuerzo si es de izquierda a derecha.
Resumiendo: para que haya una percepción de equilibrio, la parte izquierda de la imagen debe ser tecnicamente más pesada para contrarrestar el efecto de aumento de peso de la parte derecha.
La dirección
Cada elemento o combinación de elementos expresa una dirección concreta que repercute directamente sobre el equilibrio mediante la fuerza que ejerce visualmente.
La dirección puede producirse por las siguientes razones:
Atracción: La dirección está definida mediante el peso que ejercen elementos cercanos.
Forma: La forma de los objetos puede expresar dirección.
Temática: En este caso vuelve a entrar en juego la interpretación del espectador y su conocimiento sobre el elemento. Ejemplo: Una cara expresará una u otra dirección dependiendo hacia donde mire.
Movimiento: La dirección del elemento se percive a través de la interpretación del movimiento que expresa. Ejemplo: Un hombre corriendo expresará una u otra dirección dependiendo hacia donde corra.
¿Porqué es tan importante el equilibrio en una imagen?
El equilibrio hace que todo cambio en la imagen y su composición no parezca posible, todo adquiere un carácter de “necesario” para que la imagen funcione. Éste no tiene porque exigir simetria ya que puede estar propiciado por la combinación de fuerzas.
El desequilibrio produce el efecto de accidentalidad, percibimos que la imagen es transitoria e incorrecta. El efecto de movimiento provocado hace que la estaticidad propia de una ilustración, que al fin y al cabo es una imagen sin movimiento, pase a ser un estorbo.
En ocasiones queremos componer una imagen desequilibrada para acentuar el concepto o por cuestiones estéticas. Para realizarla correctamente solo podemos hacerlo descomponiendo un buen equilibrio.
Un aspecto que tenemos que tener en cuenta en los dos casos es la ambigüedad. Si queremos hacer intencionadamente un equilibrio o un desequilibrio, éste tiene que evitar ser ambiguo para no propiciar la percepción de que la composición es fruto de un error.
Fuentes:
- Rudolf Arnheim. Arte y percepción visual. Alianza Forma
Simetría y el Arte del Equilibrio
Las reglas de composición en fotografía tratan de ayudarnos y aconsejarnos para lograr imágenes equilibradas y con un punto de interés marcado que capte la atención de aquel que las está observando.
Como ya sabrás, el equilibrio se puede lograr de muchas maneras, ya sea jugando con el peso visual o con los colores, entre otros. A continuación, te dejo algunas de las reglas que te ayudarán a conseguir dicho equilibrio:
- Regla de los tercios
- Regla de la mirada
- Regla del movimiento
- Regla del horizonte
- El poder de las lineas
- El poder de los grupos de tres
- Espacio negativo
Pero haciendo un repaso, nos hemos dado cuenta de que en esa lista, faltaba abordar en profundidad una de las reglas de composición que puede otorgarnos fotografías de lo más impactantes y atractivas: la simetría. ¡Así que vamos a descubrir más cosas sobre ella!
Las reglas de composición en fotografía tratan de ayudarnos y aconsejarnos para lograr imágenes equilibradas y con un punto de interés marcado que capte la atención de aquel que las está observando.
Como ya sabrás, el equilibrio se puede lograr de muchas maneras, ya sea jugando con el peso visual o con los colores, entre otros. A continuación, te dejo algunas de las reglas que te ayudarán a conseguir dicho equilibrio:
- Regla de los tercios
- Regla de la mirada
- Regla del movimiento
- Regla del horizonte
- El poder de las lineas
- El poder de los grupos de tres
- Espacio negativo
Pero haciendo un repaso, nos hemos dado cuenta de que en esa lista, faltaba abordar en profundidad una de las reglas de composición que puede otorgarnos fotografías de lo más impactantes y atractivas: la simetría. ¡Así que vamos a descubrir más cosas sobre ella!
¿Qué Es la Simetría?
Aplicándola a nuestras fotografías, la simetría nos permite composiciones perfectamente equilibradas, y se consigue cuando ambos lados de la imagen tienen el mismo peso, lo que nos va a generar una sensación de unanimidad y armonía.
La simetría se aplica a muchas materias, desde las matemáticas, la geometría o la física entre otros, aunque a nosotros, por supuesto, nos interesa su aplicación a la fotografía.
Aunque puede que en alguna de tus fotos te hayas llevado por casualidad una composición simétrica, no es lo habitual. La simetría en fotografía hay que buscarla muy bien, y deberemos estar alerta a los patrones que tengamos a nuestro alrededor para poder conseguirla.
Normalmente, donde más simetrías encontrarás es en la arquitectura (techos, fachadas, puertas, ventanas, rascacielos, etc.). En otros ámbitos como en la naturaleza no suelen abundar demasiado y son más difíciles de localizar, pero si las encuentras, tus fotografías pueden llegar a ser sorprendentes.
Aplicándola a nuestras fotografías, la simetría nos permite composiciones perfectamente equilibradas, y se consigue cuando ambos lados de la imagen tienen el mismo peso, lo que nos va a generar una sensación de unanimidad y armonía.
La simetría se aplica a muchas materias, desde las matemáticas, la geometría o la física entre otros, aunque a nosotros, por supuesto, nos interesa su aplicación a la fotografía.
Aunque puede que en alguna de tus fotos te hayas llevado por casualidad una composición simétrica, no es lo habitual. La simetría en fotografía hay que buscarla muy bien, y deberemos estar alerta a los patrones que tengamos a nuestro alrededor para poder conseguirla.
Normalmente, donde más simetrías encontrarás es en la arquitectura (techos, fachadas, puertas, ventanas, rascacielos, etc.). En otros ámbitos como en la naturaleza no suelen abundar demasiado y son más difíciles de localizar, pero si las encuentras, tus fotografías pueden llegar a ser sorprendentes.
Tipos de Simetrías
Cuando pensamos en simetría nos vienen a la cabeza imágenes como un paisaje con su perfecto reflejo especular en el agua, o las escaleras perfectamente simétricas de una estación de metro. Y efectivamente, un tipo de simetría es este, pero no es el único. Veamos a continuación los diferentes tipos de simetría que podemos aplicar en fotografía.
Cuando pensamos en simetría nos vienen a la cabeza imágenes como un paisaje con su perfecto reflejo especular en el agua, o las escaleras perfectamente simétricas de una estación de metro. Y efectivamente, un tipo de simetría es este, pero no es el único. Veamos a continuación los diferentes tipos de simetría que podemos aplicar en fotografía.
1. Simetría de Reflexión
Cuando hablamos de simetría de reflexión, lo mejor para describirlo es la reflexión que produce un espejo. ¿Te acuerdas de cuando te explicábamos qué eran los reflejos especulares y cómo sacarles partido? Pues en este caso, si aplicamos la regla compositiva de la simetría a esos reflejos, tendríamos lo que llamaríamos un ejemplo de simetría de reflexión.
Si dividiéramos el encuadre con una línea, ya sea vertical u horizontal, cada punto o característica de una de esas partes lo encontraremos de la misma manera y en la misma posición en la otra, al otro lado del eje.Aunque si bien es cierto que puede que haya elementos que no sean del todo exactos, la gran mayoría sí que se encontrarán en ambas partes.
Lo importante es que cada uno de esos puntos simétricos de una parte y otra estarán situados sobre la misma linea, a la misma distancia del eje de simetría en direcciones opuestas y tendrán el mismo tamaño.
Cuando hablamos de simetría de reflexión, lo mejor para describirlo es la reflexión que produce un espejo. ¿Te acuerdas de cuando te explicábamos qué eran los reflejos especulares y cómo sacarles partido? Pues en este caso, si aplicamos la regla compositiva de la simetría a esos reflejos, tendríamos lo que llamaríamos un ejemplo de simetría de reflexión.
Si dividiéramos el encuadre con una línea, ya sea vertical u horizontal, cada punto o característica de una de esas partes lo encontraremos de la misma manera y en la misma posición en la otra, al otro lado del eje.Aunque si bien es cierto que puede que haya elementos que no sean del todo exactos, la gran mayoría sí que se encontrarán en ambas partes.
Lo importante es que cada uno de esos puntos simétricos de una parte y otra estarán situados sobre la misma linea, a la misma distancia del eje de simetría en direcciones opuestas y tendrán el mismo tamaño.
2. Simetría Rotacional
Imagina un punto en el centro, y todos los patrones que hay a su alrededor girando sobre el. Ese punto sería el origen sobre el que gira el resto de la imagen en simetría. Pero más que explicarlo, esto se entiende mejor con una imagen.
Imagina un punto en el centro, y todos los patrones que hay a su alrededor girando sobre el. Ese punto sería el origen sobre el que gira el resto de la imagen en simetría. Pero más que explicarlo, esto se entiende mejor con una imagen.
3. Simetría Traslacional
La simetría de traslación es cuando tenemos una fotografía que contiene un patrón infinito, de tal forma que podríamos deslizar el objeto que aparece en la toma a lo largo del plano.
En este caso la imagen no se refleja, ni gira alrededor de una eje, sino que más bien es como si se multiplicara el objeto que aparece en ella, como ocurre por ejemplo con la siguiente fotografía.
La simetría de traslación es cuando tenemos una fotografía que contiene un patrón infinito, de tal forma que podríamos deslizar el objeto que aparece en la toma a lo largo del plano.
En este caso la imagen no se refleja, ni gira alrededor de una eje, sino que más bien es como si se multiplicara el objeto que aparece en ella, como ocurre por ejemplo con la siguiente fotografía.
4. Simetría de Reflexión de Desplazamiento
Cuando hablamos de esta simetría aunamos conceptos, ya que sería como el primer tipo de simetría que hemos visto (el de reflexión), pero además desplazando ese reflejo respecto a su referente. ¿Suena complicado, verdad? Pues veámoslo con una imagen mejor.
En esta fotografía vemos unas huellas, que se corresponderían con el reflejo de la persona (a pesar de que no la vemos), y también observamos que esas huellas se han ido desplazando a lo largo de un eje.
Cuando hablamos de esta simetría aunamos conceptos, ya que sería como el primer tipo de simetría que hemos visto (el de reflexión), pero además desplazando ese reflejo respecto a su referente. ¿Suena complicado, verdad? Pues veámoslo con una imagen mejor.
En esta fotografía vemos unas huellas, que se corresponderían con el reflejo de la persona (a pesar de que no la vemos), y también observamos que esas huellas se han ido desplazando a lo largo de un eje.
Descubriendo la Simetría Dinámica
La simetría dinámica es una alternativa a la regla de los tercios y la proporción áurea, que nos permite calcular los puntos en los que situar el centro de interés para facilitar la atracción de las imágenes.
Para calcularlos, deberemos trazar diagonales imaginarias en nuestra foto siguiendo el siguiente esquema:
- Primero trazamos una diagonal que recorra la foto.
- Luego trazamos una recta diagonal que recorra la foto partiendo de uno de los vértices y formando un ángulo de 90 grados sobre la diagonal.
- La intersección de las dos rectas es uno de los puntos de interés, y si trazamos la recta desde el otro vértice obtendremos el segundo punto.
Al igual que la regla de los tercios, podemos sacar hasta cuatro puntos, y eso lo conseguiremos obteniendo la otra diagonal y repitiendo el mismo proceso.
La simetría dinámica es una alternativa a la regla de los tercios y la proporción áurea, que nos permite calcular los puntos en los que situar el centro de interés para facilitar la atracción de las imágenes.
Para calcularlos, deberemos trazar diagonales imaginarias en nuestra foto siguiendo el siguiente esquema:
- Primero trazamos una diagonal que recorra la foto.
- Luego trazamos una recta diagonal que recorra la foto partiendo de uno de los vértices y formando un ángulo de 90 grados sobre la diagonal.
- La intersección de las dos rectas es uno de los puntos de interés, y si trazamos la recta desde el otro vértice obtendremos el segundo punto.
Al igual que la regla de los tercios, podemos sacar hasta cuatro puntos, y eso lo conseguiremos obteniendo la otra diagonal y repitiendo el mismo proceso.
Cómo Mejorar Nuestras Composiciones Simétricas
El hecho de captar una imagen simétrica no va a implicar que logremos una buena imagen. Para ello, tendremos que cuidar una serie de detalles y prestarle especial atención a nuestra composición.
- Establece el centro de interés a partir del cual se creará el eje de la simetría. Identificar cuál es nuestro elemento protagonista dentro de la fotografía es algo que se aplica a cualquier toma, sea simétrica o no. Nuestras fotos tienen que tener ese punto que nos llame la atención y que destaque, y en este caso en base a ese punto crearemos nuestra composición simétrica.
-
Busca los reflejos. Ya te hemos comentado antes que en la naturaleza una forma de simetría popular son los reflejos en el agua. Y para conseguir que esa composición sea aún más atractiva, trata de añadir en ella un elemento destacado y hacer la toma en el momento del día con una luz más suave y cálida, como en el amanecer o el atardecer.
- Aprovecha las líneas. Las líneas nos pueden dar mucho juego en nuestras composiciones, y si además sabemos ubicarlas de manera que logremos una foto simétrica, podremos conseguir estupendos puntos de fuga que conduzcan nuestra imagen hasta el infinito y doten a nuestra imagen de mayor profundidad.
- Complementa la simetría con otras reglas de composición. ¿Puedo crear una composición simétrica y al mismo tiempo seguir la regla del horizonte? La respuesta es sí. Una regla no excluye a la otra, y puedes mejor tu fotografía complementando unas con otras, así que no te centres exclusivamente en buscar la simetría y disparar, sino trata de analizar antes cuál va a ser tu encuadre para sacarle mayor partido a la foto.
-
Incluye el factor humano en tu composición simétrica. Uno de los puntos de interés que puede hacer todavía más atractiva nuestra imagen simétrica es una figura humana. Compruébalo tú mismo.
- Cuida el ángulo y la posición desde la que capturas la toma. Para lograr una imagen perfectamente simétrica hay que prestarle especial atención al ángulo y la posición desde la que hacemos la toma. Muévete, agáchate, busca otra punto de vista... Piensa que si la foto la haces demasiado ladeada respecto al centro de interés, tu simetría perderá fuerza y la imagen no quedará tan equilibrada.
-
Encuentra patrones. Una forma bastante sencilla de encontrar simetrías es centrarse en los patrones y aislarlos de su entorno. Éstos, los encontrarás tanto en la naturaleza (en una flor por ejemplo), como de forma artificial (elementos arquitectónicos).
Armonía
La armonía es esencial ya que si han de relacionarse entre si todos los colores de una composición, deben ajustarse a un todo unificado. Existen objeciones mas fundamentales al principio sobre el cual se basan las reglas de la armonía del color. Este principio concibe una composición de colores como un conjunto donde todo se ajusta a todo.
Existen dos formas compositivas del color:
1) La Armonía
2) El Contraste
Armonizar: Significa coordinar los diferentes valores que el color adquiere en una composición.
En todas las armonías cromáticas se pueden observar tres colores:
• Uno dominante: que es el mas neutro y de mayor extensión, sirve para destacar los otros colores que conforman nuestra composición gráfica, especialmente al opuesto.
• El tónico: es el complementario del color de dominio, es el mas potente en color y valor, y el que se utiliza como nota de animación o audacia en cualquier elemento (alfombra, cortina , etc.)
• El de mediación: que actúa como conciliador y modo de transición entre cada uno de los dos anteriores, suele tener una situación en el circulo cromático cercano a la de color tónico.Por ejemplo: en una composición armónica cuyo color dominante sea el amarillo, y el violeta sea el tónico, el mediador puede ser el rojo si la sensación que queremos transmitir sea de calidez, o un azul si queremos que sea mas bien fría. De manera general el color de valor mas oscuro ira al suelo, el valor intermedio a las paredes y el mas claro al techo.
El hecho de captar una imagen simétrica no va a implicar que logremos una buena imagen. Para ello, tendremos que cuidar una serie de detalles y prestarle especial atención a nuestra composición.
- Establece el centro de interés a partir del cual se creará el eje de la simetría. Identificar cuál es nuestro elemento protagonista dentro de la fotografía es algo que se aplica a cualquier toma, sea simétrica o no. Nuestras fotos tienen que tener ese punto que nos llame la atención y que destaque, y en este caso en base a ese punto crearemos nuestra composición simétrica.
- Busca los reflejos. Ya te hemos comentado antes que en la naturaleza una forma de simetría popular son los reflejos en el agua. Y para conseguir que esa composición sea aún más atractiva, trata de añadir en ella un elemento destacado y hacer la toma en el momento del día con una luz más suave y cálida, como en el amanecer o el atardecer.
- Aprovecha las líneas. Las líneas nos pueden dar mucho juego en nuestras composiciones, y si además sabemos ubicarlas de manera que logremos una foto simétrica, podremos conseguir estupendos puntos de fuga que conduzcan nuestra imagen hasta el infinito y doten a nuestra imagen de mayor profundidad.
- Complementa la simetría con otras reglas de composición. ¿Puedo crear una composición simétrica y al mismo tiempo seguir la regla del horizonte? La respuesta es sí. Una regla no excluye a la otra, y puedes mejor tu fotografía complementando unas con otras, así que no te centres exclusivamente en buscar la simetría y disparar, sino trata de analizar antes cuál va a ser tu encuadre para sacarle mayor partido a la foto.
- Incluye el factor humano en tu composición simétrica. Uno de los puntos de interés que puede hacer todavía más atractiva nuestra imagen simétrica es una figura humana. Compruébalo tú mismo.
- Cuida el ángulo y la posición desde la que capturas la toma. Para lograr una imagen perfectamente simétrica hay que prestarle especial atención al ángulo y la posición desde la que hacemos la toma. Muévete, agáchate, busca otra punto de vista... Piensa que si la foto la haces demasiado ladeada respecto al centro de interés, tu simetría perderá fuerza y la imagen no quedará tan equilibrada.
- Encuentra patrones. Una forma bastante sencilla de encontrar simetrías es centrarse en los patrones y aislarlos de su entorno. Éstos, los encontrarás tanto en la naturaleza (en una flor por ejemplo), como de forma artificial (elementos arquitectónicos).
Armonía
La armonía es esencial ya que si han de relacionarse entre si todos los colores de una composición, deben ajustarse a un todo unificado. Existen objeciones mas fundamentales al principio sobre el cual se basan las reglas de la armonía del color. Este principio concibe una composición de colores como un conjunto donde todo se ajusta a todo.
Existen dos formas compositivas del color:
1) La Armonía
2) El Contraste
Armonizar: Significa coordinar los diferentes valores que el color adquiere en una composición.
2) El Contraste
Armonizar: Significa coordinar los diferentes valores que el color adquiere en una composición.
En todas las armonías cromáticas se pueden observar tres colores:
• Uno dominante: que es el mas neutro y de mayor extensión, sirve para destacar los otros colores que conforman nuestra composición gráfica, especialmente al opuesto.
• El tónico: es el complementario del color de dominio, es el mas potente en color y valor, y el que se utiliza como nota de animación o audacia en cualquier elemento (alfombra, cortina , etc.)
• El de mediación: que actúa como conciliador y modo de transición entre cada uno de los dos anteriores, suele tener una situación en el circulo cromático cercano a la de color tónico.Por ejemplo: en una composición armónica cuyo color dominante sea el amarillo, y el violeta sea el tónico, el mediador puede ser el rojo si la sensación que queremos transmitir sea de calidez, o un azul si queremos que sea mas bien fría. De manera general el color de valor mas oscuro ira al suelo, el valor intermedio a las paredes y el mas claro al techo.
• El tónico: es el complementario del color de dominio, es el mas potente en color y valor, y el que se utiliza como nota de animación o audacia en cualquier elemento (alfombra, cortina , etc.)
• El de mediación: que actúa como conciliador y modo de transición entre cada uno de los dos anteriores, suele tener una situación en el circulo cromático cercano a la de color tónico.Por ejemplo: en una composición armónica cuyo color dominante sea el amarillo, y el violeta sea el tónico, el mediador puede ser el rojo si la sensación que queremos transmitir sea de calidez, o un azul si queremos que sea mas bien fría. De manera general el color de valor mas oscuro ira al suelo, el valor intermedio a las paredes y el mas claro al techo.
Colores complementarios o contraste
Los colores complementarios se encuentran en puntos opuestos del círculo cromático. Estos colores se refuerzan mutuamente, de manera que un mismo color parece más vibrante e intenso cuando se halla asociado a su complementario. Estos contrastes son, pues, idóneos para llamar la atención y para proyectos donde se quiere un fuerte impacto a través del color.
Los colores complementarios se encuentran en puntos opuestos del círculo cromático. Estos colores se refuerzan mutuamente, de manera que un mismo color parece más vibrante e intenso cuando se halla asociado a su complementario. Estos contrastes son, pues, idóneos para llamar la atención y para proyectos donde se quiere un fuerte impacto a través del color.
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