Ritmo, Forma y Peso
Ritmo:
Como hemos visto en artículos anteriores la composición de una imagen es lo que hace que la fotografía sea o no impactante para el espectador, tomar en cuenta las reglas y elementos compositivos hacen que tus fotografías sean más interesantes, armónicas e impactantes. Hoy hablaremos del ritmo visual de la fotografía, este ritmo visual se encuentra en todas las artes: fotografía, arquitectura, cine, escultura, música (sonidos), danza (movimientos) etc.
El ritmo visual es un elemento dinámico, que se relaciona con la temporalidad en la percepción de una imagen. Es una sucesión armónica de espacio ocupado, de espacio libre, de formas repetidas de una imagen. Todo tipo de sucesión genera una trayectoria que organiza la superficie y hace que la composición se perciba como impulsos dinámicos. Estas trayectorias pueden ser horizontales, verticales, inclinadas, concurrentes a un mismo punto, etc.
En todo ritmo visual se dan dos componentes: por un lado, la periodicidad, lo que implica la repetición de elementos o grupos de elementos y, por otro, la estructuración, que podría entenderse como el modo de organización de esas estructuras repetidas en la composición.
Del mismo modo que en una composición musical los silencios son elementos decisivos para definir el ritmo de una melodía, en una composición visual los espacios vacíos o intersticiales son fundamentales para posibilitar la existencia de una estructura rítmica.
Para lograr una fotografía con un ritmo visual se deben encontrar varios objetos de un mismo motivo, es decir, la repetición de líneas, formas, tonos y colores. Puede ser el tema central de la imagen, o puede emplearse como un componente secundario: para captar la atención del observador o para estructurar la composición de la imagen. Hay que tener en cuenta de no solo mostrar un ritmo visual, sino de comunicar algo, bueno claro está que todo forma un poco de todo, y sin no lo pareciera una repetición es algo que llama mucho la atención, realizar una armonía visual en la fotografía y captar la mirada del observador es lo que queremos llegar a obtener de un gran profesional de la fotografía.
Tipos de ritmo: Uniforme, alterno, creciente y decreciente, radial y concéntrico, y por simetría.
-Uniforme: Se produce cuando una figura se repite a intervalos regulares y conserva su tamaño. Cada espacio vacío marca la velocidad del ritmo, de modo que si el espacio libre es amplio, el ritmo es más lento.
-Alterno: Ocurre cuando se repite más de una figura a intervalos constantes. La utilización de varios elementos con diferentes formas, colores, o texturas y la alternancia de espacios vacíos, producen una sensación de mayor movimiento.
-Decreciente y creciente: Este tipo de ritmos puede crecer o decrecer por una sucesión de tamaños, grosores, alturas o colores, produciéndose una sensación de tensión progresiva y un movimiento, que se intensifica cuando aumenta la dirección, o disminuye si se ralentiza. La combinación de ambos, es decir, la sucesión periódica de aumento de intensidad seguida de su disminución, provoca un movimiento de oscilación ondulada.
-Radial y con céntrico: El ritmo radial crea un efecto de expansión, ya que los elementos surgen de un punto central que se abre hacia afuera, como si fuesen radios. El ritmo con céntrico parte, igualmente, de un punto central, dilatándose hacia el exterior. La combinación de ambos, expansión y dilatación, produce una espiral que se extiende hacia afuera, provocando un movimiento vertiginoso.
Tenemos ritmo por radiación cuando podemos distinguir claramente un centro en el encuadre de la imagen, y los elementos se repiten formando circunferencias en torno a ese punto central.
-Ritmo por simetrías: La simetría produce ritmo, se puede realizar con una sola forma o con unidades visuales modulares. La simetría se puede mezclar con los diferentes tipos de ritmo.
En el ritmo por simetría, tenemos una imagen en la cual si trazamos un eje imaginario, obtenemos dos mitades iguales e inversas, porque los elementos de un lado y de otro se repiten también en forma ordenada.
El ritmo puede lograrse fotografiando diversos sujetos, podemos por ejemplo encontrar repeticiones en un grupo de personas, en un paisaje, en la disposición de los edificios, o hasta en objetos más pequeños, como puede ser una reja o un tejado a través del color.
Forma:
Las formas y las figuras
Todo lo que el ojo humano puede ver tiene una forma que nuestro cerebro es capaz de identificar, o no.
La forma de algo se da cuando una línea toca a otra o a sí misma cerrando el plano. Estas formas ocupan un lugar en el espacio, ya sea bidimensionalmente o tridimensionalmente. Las formas bidimensionales se conocen también con el nombre de Figura.
La imagen fotográfica es bidimensional pero la iluminación, el contraste tonal y cromático resaltan los volúmenes haciendo que se plasmen las tres dimensiones de la vida real. Esto desembocará en que en fotografía hablemos más de forma que de figura.
La forma es un elemento visual que puede ser tanto real como perceptivo. Esto es así porque el ser humano reconoce una forma gracias a otras formas que tiene almacenadas previamente en el cerebro. Debido a este conocimiento previo y a esta "memoria" podemos reconocer los objetos que nos rodean.
La principal característica de las formas es ser capaz de identificar a los elementos que representan. Esta identificación se puede dar desde dos vertientes. Una es la que reconoce la forma como tal del objeto y por lo tanto la identifica con la realidad y otra que reconoce el significado simbólico de esa forma. Con una paloma podemos ver su forma como un animal que reconocemos o traducirla como símbolo de paz.
Las formas no sólo son creadas por las líneas de sus contornos, sino que pueden surgir de trazos, de sombras, de texturas, etc.
Además, las formas pueden ser identificadas por algunas de sus características visuales como pueden ser la luz, el tono o el color. Cuantos más de estos atributos conozcamos más rápido podremos identificarlas.
A pesar de esto, estas características visuales no siempre juegan a favor de la forma de un elemento. La luz puede aplanar o crear fuertes sombras llegando a fundir formas entre sí y hacernos confundir los objetos. La forma también puede ser modificada por el punto de vista de la toma o ser resaltada por un fondo monocromático o extremadamente simple.
Otro rasgo fundamental de las formas en fotografía es que son las que definen y determinan el espacio. El espacio positivo es donde las formas existen y el negativo es el espacio vacío que queda alrededor de esa forma. Para que una fotografía tenga sentido debe haber un equilibrio entre ambos espacios.
Peso:
¿Qué es el Peso Visual?
El peso visual es la capacidad que tiene un elemento de una composición de atraer la mirada de aquel que mira la imagen. Cuanto más peso visual tenga algo, más atraerá la atención del ojo. ¿Qué hace que algo tenga más peso visual que otro elemento?
#1. El Tamaño. Un elemento grande tiene más peso visual que un elemento pequeño.
#2. La Posición. Un elemento en una posición baja, tiene más peso que uno en una posición alta. Además, un elemento situado a la derecha siempre tendrá más peso que uno situado a la izquierda.
#3. La Distribución. Un elemento tendrá más peso visual si se encuentra aislado que dentro de un grupo.
#4. La Textura. Un elemento con textura tendrá más peso que uno que no la tenga (o sea de textura lisa).
#5. La Forma. Las formas cerradas, geométricas, regulares y/o reconocibles tendrán más peso visual que el resto de formas.
#6. El Color. Los colores cálidos tienen más peso visual que los colores fríos. Los colores saturados pesan más que los desaturados. Y los colores oscuros pesarán más que los colores claros.
#7. El Contraste. Un elemento que genere contraste respecto al resto de elementos tendrá más peso visual.
¿Cómo Gestionar el Peso Visual para Conseguir Imágenes Atractivas?
Una imagen atractiva visualmente suele ser aquella que tiene sus pesos visuales bien distribuidos, esto es, que está equilibrada. ¿Cómo podemos saber si una imagen está equilibrada?
Se trata, por norma general, de percepciones bastante subjetivas y que necesitan de un ojo bastante entrenado en este aspecto. Sin embargo, es tan sencillo como convertir una imagen a simples figuras geométricas:
Ahora tendremos que colocar, metafóricamente, nuestra imagen simplificada en una balanza y ver qué lado pesa más. En nuestro ejemplo, como el elemento principal está situado en un extremo de la imagen, lo lógico sería pensar que esta foto está desequilibrada, pues si la pusiéramos en una balanza, se caería hacia la derecha.
Sin embargo, la cuerda del fondo tiene también su peso visual, es un elemento grande pero, a la vez, tiene menos textura que la mano (debería pesar menos). Además, la mano sube desde abajo mientras que la cuerda baja desde el lado opuesto, por eso, la imagen queda bastante equilibrada.
Entonces, ¿sólo se trata de mantener los pesos visuales equilibrados? ¡En absoluto! Una fotografía puede estar perfectamente equilibrada y, sin embargo, no ser atractiva (o, al menos, ser menos atractiva que otra imagen igual de equilibrada).
Ambas imágenes están, más o menos, equilibradas. Pero la manzana de arriba es más atractiva visualmente que la de la abajo. ¿Por qué? Primero porque el objeto principal de la imagen de la izquierda está situado en uno de los puntos fuertes de la regla de los tercios y esto será atractivo para el ojo humano.
Además, la fotografía de la abajo es demasiado estática, con un solo golpe de vista el ojo ve todos los motivos perfectamente. Por el contrario, en la foto original, el ojo puede hacer un recorrido natural para leer toda la fotografía:
Como el ojo occidental está acostumbrado a empezar a leer los textos por arriba a la izquierda, a la hora de leer las fotografías, ocurrirá lo mismo. Así que, para la imagen de la arriba, ese es el recorrido que hará el ojo para leerla: empezará por la esquina superior izquierda y terminará en el centro de atención, la manzana, sin dejar de recibir información en ningún momento.
En la imagen de abajo, al encontrarse el elemento centrados, con un simple golpe de ojo al centro de la fotografía quedará leída completamente. En este caso, no habrá más información que el ojo pueda leer aun moviéndose por la imagen.
En conclusión, suele pasa que una imagen que provoque cierto movimiento del ojo será más atractiva visualmente. El centro no llama la atención y las imágenes estáticas, por norma general, aburren al ojo.
¿Qué Podemos Expresar con el Peso Visual?
Teniendo todo lo anterior en cuenta, podemos aprovecharnos del peso visual para expresar aquello que más nos interese, por ejemplo:
#1. El movimiento que se va a realizar. Si quieres intentar transmitir movimiento, pero sin que éste todavía se haya consumado, o no del todo, quizás la mejor opción sería situar tu sujeto principal en el punto situado abajo a la izquierda de tu encuadre.
El hecho de colocarlo a la izquierda y no a la derecha es por la dirección de lectura del mundo occidental. Como ya hemos visto, el ojo verá, en un primer momento, el sujeto y luego seguirá leyendo la composición, dándose cuenta de que queda mucho espacio para ser recorrido.
#2. El movimiento ya realizado o la sensación de rapidez. De la misma manera que en el caso anterior, el modo de lectura occidental nos ayudará a colocar el sujeto para que éste transmita ese movimiento. Si colocas el centro de atención en el punto situado abajo a la derecha, el ojo pasará por todo el cuadro antes de llegar al sujeto, lo que dará sensación de camino recorrido.
Como en el caso anterior, si, además, existen líneas diagonales que recorran la imagen desde la esquina superior izquierda a la inferior derecha, la sensación de movimiento será mucho más acusada y cuanto más cercano al borde esté el sujeto, más veloz parecerá.
#3. Levitación o Ligereza. Si queremos representar la sensación de que el objeto está flotando, es decir, que se mantiene en el aire pero no va a caer; es bastante útil colocarlo un poco por encima de la línea central.
El centro, como hemos dicho, es demasiado estable, así que nos dará esa sensación de "mantenerse". A la vez, situarlo un poco por encima, nos dará la sensación de estar por encima del suelo.
#4. No se mueve, es estable. Si situamos nuestro elemento en la parte inferior de nuestro encuadre, nos dará la sensación de que se encuentra colocado sobre el suelo, así que está en una posición estable. Si, además, lo colocamos en el centro, todavía será más estable.
#5. Está atrapado o protegido. Si rellenamos el encuadre con un elemento de un gran peso visual, nos dará la sensación de que está atrapado o protegido.
#6. Es libre. Por el contrario, si le dejamos mucho aire alrededor, nos dará la sensación de que es libre.
Y... ¿Sólo se Pueden Conseguir Imágenes Atractivas Siguiendo Estas Directrices?
En absoluto. Mientras seas consciente de lo que estás haciendo y de por qué lo estás haciendo, podrás conseguir las imágenes atractivas que quieras. A veces, incluso puede interesarte realizar alguna fotografía muy estática si eso te ayuda a transmitir lo que quieres (estabilidad, tranquilidad o aburrimiento) o incluso desequilibrar los pesos de una imagen (como en alguno de los ejemplos anteriores) para llamar la atención del espectador, que se dará cuenta de que hay algo "raro" en esa imagen.
Lo importante es que conocer el mundo de los pesos visuales puede ayudarte a componer tus imágenes. Créeme, una vez empieces a mirar las fotografías en esta clave, no pararás de buscar pesos visuales y, una vez domines su disposición, la composición de tus fotografías mejorarán sensiblemente.
Fuentes:https://www.dzoom.org.es/mejora-tu-composicion-conociendo-los-pesos-visuales-de-tus-imagenes/
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